Indicaciones y datos de interés:

¿Quieres fortalecer tu cuerpo? Con esta postura de equilibrio podrás activar el tono muscular en abdomen, espalda, piernas y brazos. Imagina que eres un barco, flotando en el mar, jugando con las olas.

Es curioso la forma que podrá adoptar ese mar, como si fuera el reflejo de tu estado interior:

¿Está el calma? ¿Consigues que tu mente esté centrada en el aquí y el ahora? ¿Te sientes seguro/a? ¡Enhorabuena! Porque estarás disfrutando de fortalecer tu cuerpo de manera segura y equilibrada, así como de centrar tu mente y tus emociones y cultivar la energía.

Si por el contrario ese mar, ¿está revuelto, con oleaje? ¿Tu mente se dispersa con facilidad? ¿Te viene alguna preocupación o problema? ¿Estás incómodo/a en la postura? Tranquilo/a, aprende a jugar con esas olas, no pasa nada si te caes, lo importante es aprender a colocarte de nuevo en la postura y aprender a superar esos problemas y dificultades. 

Para facilitarla:

a) Puedes empezar apoyando la espalda un poco en una pared e ir despegando poco a poco, sabiendo que tienes ese respaldo para no caerte.

b) Para ayudarte con el estiramiento de las piernas, puedes utilizar una cinta de yoga o banda elástica: pasarla por las almohadillas de las plantas de los pies y sujetarla en cada extremo con las manos. La piernas se podrán ir estirando poco a poco, respetando tu flexibilidad.

MIRADA:

Al frente, en el horizonte, un punto fijo.

EFECTO:

Esta postura nos ayuda a sentirnos más centrados para recuperarnos de una crisis o estado de inquietud. Podemos aprender a flotar sobre los problemas y demostrar nuestra capacidad de superarlos, sin miedo a equivocarnos / caernos.

Paso a paso:

* Siéntate en la esterilla  afianzando los isquiones. En un principio, ayúdate con las manos o yemas de los dedos apoyadas sobre el suelo.

* Flexiona las rodillas y pega los muslos hacia la barriga.

* Levanta las puntas de los pies, las pantorrillas quedarán en paralelo con el suelo.

* Manteniendo el tono abdominal y la proyección de la espalda (sin doblarla), te echas un poco hacia atrás. El pecho que tampoco se hunda, en actitud de apertura hacia delante.

* Alejas las piernas del tronco poco a poco, si puedes las estiras del todo.

*Cuando te sientas con equilibrio y confianza, puedes soltar también las manos del suelo, dejando los brazos en paralelo con el suelo.

*Mantén la mirada fija en un punto en el horizonte, te ayudará a mantener mejor el equilibrio.

*Si lo pierdes, tranquilo/a, vuelve a comenzar paso a paso.

* Para deshacer la postura, lo hacemos despacio: bajamos los brazos y apoyamos las manos en el suelo; bajamos las piernas dobladas, apoyando los pies en el suelo.

Ana Prano Yoga, clase de Yoga en Sevilla
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